Un 1 de octubre de 1790 apareció la primera edición del periódico peruano “Diario de Lima”. Con un modesto tiraje que apenas llegaba a los cien ejemplares que se vendían en las calles del Rímac –dicen que como “pan caliente”-, fue el primer periódico de América del Sur.

Presentándose con el título: “Diario Curioso, Erudito, Económico y Comercial”, abordaba temas de toda índole, desde descripciones geográficas, históricas, eclesiásticas, hasta los hechos controvertidos de la política de la época, así como también avisos comerciales.

El responsable fue el español Francisco Antonio de Cabello y Mesa (1764 - 1814), quien llegó a nuestro país por el amor de una peruana, desde la primera edición, firmó los artículos editoriales con el seudónimo de “Jaime Bausate y Mesa”.

Bastante consciente del valor y la importancia que adquirió el diario, por reflejar el sentir de la gente de aquella época entre la emancipación y la república, llegó a tener un tiraje de hasta diez mil ejemplares en su mejor momento. Pese a que su vida fue corta, su aparición tiene un valor histórico por ser el precursor de la prensa diaria.

Tres meses después de la primera edición del “Diario de Lima” apareció el “Mercurio Peruano”, del grupo Unanue, y otros diarios más como “El Telégrafo Mercantil” en Argentina (1801), el “Diario de México” (1802), o “La Estrella del Sur”, en Uruguay (1807). Por falta de dinero, su última edición (la número 249) apareció el 26 de setiembre de 1793.

No obstante, en 1953, mediante Decreto Supremo 2521, se estableció el 1 de octubre de cada año como el Día del Periodista, conmemorando la aparición de este diario.

Como alguna vez escribió Paul Johnson, brillante columnista británico, si bien, a veces “escribir puede ser más tedioso que placentero”, hacerlo –ejercer el periodismo- es un privilegio de la vida que exige pasión y respeto.

A todos los periodistas que lo viven así ¡Feliz Día!