El Congreso está apunto de aprobar una de las más importantes modificaciones a la Ley de Partidos Políticos: la prohibición a los candidatos de entregar o prometer dinero o regalos que no constituyan propaganda electoral.

Esta iniciativa, promovida por el congresista Delgado, cuenta con la inusitada aceptación de todas las bancadas y pondría fin a la mala costumbre de regalar cosas que no tienen un fin electoral (informar al elector sobre las propuestas), y que permitan identificar al candidato o partido. Y sólo se podría entregar aquello cuyo valor no supere el 0.5% de la UIT (S/.19.25).

También exige que la propaganda cumpla 3 principios: legalidad (respeto a la Constitución y las leyes), veracidad (no mentir al elector), y autenticidad (la propaganda que se contrata debe revelar su naturaleza y no difundirse como noticia, opiniones periodísticas, material educativo, etc.).

Hoy con un Congreso afectado por la desconfianza, con un presupuesto que superaría los S/. 516 Mlls, (el 73% destinado al pago de salarios y pensiones), creo que ha llegado la hora de ir más allá. Que un congresista gane casi S/.23 mil -como regalados- dada la deficiente labor de control político (lucha contra la corrupción), actividades de representación, o legislativa, enoja mucho. 

En las redes sociales, legítimamente, se acusa a los posibles candidatos de postularse por el “atractivo” salario. El siguiente paso debería ser la reestructuración de la ‘organización parlamentaria’ y el sinceramiento de los sueldos, y que cada parlamentario publique lo que hace y lo que gasta, minuto a minuto, centavo a centavo.

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Texto publicado en Diario Correo Tumbes (15.SEP.2015)