A poner en valor el bosque seco
El año que despedimos dejó para nuestro país 11 de los 40 premios otorgados por la World Travel Awards 2014, entre los que destacan uno como mejor destino culinario a nivel mundial, y otro como mejor destino cultural de sudamérica. No cabe duda que desde la creación de la Marca Perú, el turismo constituye una herramienta de desarrollo de incuestionable valor, más todavía para nuestra región.
Quien insista en que somos una región agrícola o no sabe lo que dice, o lo hace con algún interés subalterno. Como lo demuestra un último informe del Observatorio Turístico del Perú (bit.ly/ObTuPER), el 42% del PBI regional corresponde a comercio, restaurantes y hoteles (turismo), el 24% a pesca, el 10% a industria, y a agricultura.
Tumbes (4,469 Km2) es la región más pequeña del Perú. Además de su gastronomía, clima cálido, y sus playas, cuenta con un extraordinario bosque seco, considerado por la UNESCO (1975) como una de las reservas de biósfera más importantes del planeta. Con 5 áreas naturales protegidas, que en conjunto suman 1,826 Km2, más de un tercio del territorio, nuestra región debería priorizar no solo la protección de dichas áreas sino también su aprovechamiento a través del turismo.
Lamentablemente, el gobierno central viene impulsando los PL. 3859 (bit.ly/PL3859) y 3940 (bit.ly/PL3940PE) que plantean recortar 277 Has de bosque seco (500 canchas de fútbol), para construir la presa y embalse Matapalo del PEBPT. Por qué hacer algo así, en un área protegida, si el potencial de nuestra región está en el turismo y no en la agricultura.
En lugar de ello, deberían modificar la Ley 29284 (bit.ly/Ley29284) e incluir en los beneficios que hoy esta otorga a quienes inviertan en turismo en las playas, también a quienes lo hagan en el bosque seco. Ahí tienen una mejor alternativa, porque para nuestra región el turismo es vital.
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Texto publicado en Diario Correo Tumbes (8.ENE.2015)