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¿Celebrar qué? te pregunto.

192° Aniversario de Tumbes

Publicado: 2014-01-07

Hoy (7 de enero de 2014) he podido advertir en las redes sociales que la mayoría de mis paisanos tumbesinos se ha tomado un tiempecito para hacer público (por este mismo medio) todo su amor, respeto, y reconocimiento a esta tierra que cumple 192 años. 

Yo tampoco quiero perder la oportunidad de hacerlo, y me sumo a esa ruma de saludos hipócritas, cínicos y hasta cobardes. No encuentro otros adjetivos con qué calificarlos. Ojo, esto que digo no tiene que ver, en lo absoluto, con las personas que, seguramente, de buena fe los han expresado; sino con un valor muy superior al reconocimiento público, que hoy a muchos le resulta extraño, y los convierte en incapaces para reconocerlo: la honestidad.

Discúlpenme mis paisanos. Amo tanto esta tierra, pero la verdad es otra. Hoy nuestro Tumbes querido, ni es bello, ni es cálido... Dejó de ser hace mucho la tierra del amor y del eterno verano. Dejó de ser ese pedacito de mapa tan pequeño que cabía en el corazón.

Hoy esta tierra cobija, acaso, a los mayores bebedores de cerveza; a los más avezados traficantes de combustible, sábanas y demás productos de contrabando; a los más temerarios moto taxistas; y a los peores arrebatadores, carteristas, raqueteros, "chalecos", asaltantes y sicarios cercanos a la línea ecuatorial.

También hoy, esta tierra noble cargada de una historia que muchos ignoramos, como nunca antes nadie pudo imaginarlo se ha convertido en el lugar con los ciudadanos en peor estado de salud, pues 8 de cada 10 tumbesinos padece de algún tipo de enfermedad no transmisible, como la obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial; así también un número importante, según dicen, de ludopatas y depresivos. Tiene un hospital nuevo que de poco o nada le sirve, y que parece fue construido con ese afán de los "políticos modernos" de levantar estructuras de cemento para impresionar a los más pobres, y pagar con la entrega de esas obras favores, o cobrar el favor de entregarlas, pidiendo un porcentaje de su costo.

Hoy esta tierra cuya historia registra acaso la única "guerra" ganada con otro país (la del 41 con el Ecuador), parece una ciudad bombardeada, un escenario de destrucción y caos, recientemente invadido por seres que parecen completamente ajenos a ella; que parecen no amarla ni respetarla; que se orinan en ella, que la escupen, que la ensucian, que le roban la oportunidad de mejorarla haciendo inviable la recuperación de su infraestructura, o la ejecución de más obras útiles al pueblo.

Hoy esta tierra bendecida por un clima que por más de 20 años se ha negado a enfriar sus playas y a su gente; afortunada de tener la más extraordinaria flora y fauna ecuatorial y manglares cargados de historia, esa que nos cuenta que fueron muchos los que murieron haciendo la primera resistencia de la conquista española, que cualquier extranjero envidiaría... parece olvidada por su gente. Cotidianamente es ultrajada por sus principales autoridades y "líderes" políticos que no dan la cara si de rendir cuentas se trata pero que de la noche a la mañana se han convertido en "prósperos" empresarios, constructores de enormes edificios sin licencia y millonarios producto de esa lacra social llamada corrupción. Abusada por sus autoridades que no saben hacerla respetar y que han permitido que toda su costa, que todas sus playas sean "propiedad privada" de gente que vino de afuera; que han permitido invasiones y repartijas de terrenos... por esos mentirosos que prometieron trabajar por hacerte más grande.

Tumbes querido, cumpliste 192 años y la verdad es que no tengo palabras para ti, porque un nudo en la garganta parece estrangularme, y porque como nunca antes he sentido que ya no eres aquel lugar capaz de hacerme sentir verdaderamente feliz; al punto de creer que mi pequeña hija en algunos años, cuando toque devolver mi cuerpo a tus tierras para germinar en ella hecho polvo, horrorizada, sea incapaz de entender cómo es que pude amarte tanto, y cómo diablos fue que alguien -o muchos- te arrebataron la oportunidad de crecer y desarrollarte como cualquiera lo hubiera deseado.

Tumbesino, no seas cobarde, ni cínico, ni hipócrita... Tumbes no es lo que merece... No tiene las autoridades que merece y asumamos que tampoco el ciudadano que merece. ¡Despierta! Si tomaste como pretexto este 192 aniversario para beber un poco, y para celebrar, te pregunto ¿Celebrar que?

Tumbes, te amo. Y en este día solo me limito a dejar por escrito mi compromiso de trabajar por ti, desde el lugar donde me encuentre, porque te debo mis mejores años.


Escrito por

Martin Cabrera

Escribo porque no decir nada, no conjugar un verbo, te convierte en piedra. Escribo para abrir camino y porque la palabra es libre. @martcab


Publicado en

El Guineo

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